La vitamina soluble en grasa, tocoferol, consistente en varios compuestos relacionados, cuya deficiencia determina una serie de alteraciones en varias especies, incluyendo la distrofia muscular, la lesión hepática y la infertilidad. Son buenas fuentes los granos de cereal y los vegetales verdes. Previene la oxidación de los ácidos grasos insaturados en las membranas celulares, de modo que mantiene su estructura.
En medicina, perteneciente al grupo de vitaminas liposolubles formado por los tocoferoles, esencial para que la reproducción, el desarrollo muscular, la resistencia de los eritrocitos a la hemólisis y otras diversas funciones bioquímicas se desarrollen con normalidad. Es un antioxidante intracelular y actúa en el mantenimiento de la estabilidad de los ácidos grasos poliinsaturados y de otras sustancias de tipo graso, que incluyen la vitamina A y las hormonas de las glándulas hipofisaria, suprarrenales y sexuales. Las fuentes dietéticas más ricas son: aceites de germen de trigo, de soja, de algodón, de cacahuetes y de maíz, margarina, semillas crudas completas y nueces, semillas de soja, huevos, mantequilla, hígado, batatas y las hojas de numerosos vegetales. Se almacena dentro del cuerpo durante períodos de tiempo prolongados, de forma que las deficiencias son infrecuentes. La deficiencia puede tardar meses o años en manifestarse, pero produce degeneración muscular, anomalías vasculares, anemia megaloblástica, anemia hemolítica, infertilidad, creatinuria y daño renal y hepáticos, además se asocia al proceso del envejecimiento.