El sistema montañoso de la Argentina que ocupa sectores de las siguientes provincias: el noroeste de Córdoba, el norte de San Luis, el suroeste de Santiago del Estero, el sur de Tucumán y el este de Catamarca, La Rioja y San Juan. Las sierras están constituidas por bloques del macizo de Brasilia. Su origen se remonta al paleozoico, cuando se plegaron los sedimentos depositados sobre el basamento, pero estas montañas prácticamente desaparecieron por la erosión, formándose una planicie de destrucción o peniplanicie. El plegamiento andino la empujó por el oeste, fracturándola en bloques independientes. Algunos bloques ascendieron constituyendo las sierras; otros descendieron, se rellenaron de sedimentos y conformaron las planicies que en la región reciben el nombre de valles, campos y bolsones.
Los macizos serranos se caracterizan por presentar una pendiente abrupta en el oeste, denominada cuesta, que corresponde al plano de fractura, y una ladera oriental con pendiente suave, que se corresponde con la antigua peniplanicie. Otros rasgos topográficos también son designados con términos populares propios de la región, como las pampas (planicies elevadas), costas (línea de contacto sierra-planicie) o puntas (estribaciones finales de las sierras). Las planicies tienen mayor desarrollo en la parte merdional del sistema, ya que al norte, donde toman formas circulares o alargadas que se denominan valles o bolsones, ocupan menor superficie y se hallan a mayor altitud. El depósito de sedimentos en las planicies es selectivo: al pie de las sierras se acumulan los materiales más gruesos formando conos de deyección y en el centro las arenas y los limos, que son muy finos.
Las planicies constituyen, en general, cuencas endorreicas; la aridez reinante no genera cursos de agua de gran magnitud, exceptuando las pendientes orientales del sistema, que se interponen al pasaje de aire húmedo procedente del Atlántico y generan lluvias orográficas que escurren por ríos, algunos de cuyos caudales alcanzan al Paraná.