La respuesta defensiva inespecífica del tejido a una lesión química o lesión física, o a una infección bacteriana. La respuesta consisten en la dilatación de los vasos sanguíneos y un aunmento de la permeabilidad de los vasos, manifestado por enrojecimiento, calor, tumefacción, dolor y disfunción. La inflamación destruye, diluye o aísla el agente nocivo y el tejido dañado. Se emplea a menudo antiinflamatorio no esteroideo para aliviar el síntoma y localizar la respuesta inflamatoria. Alguna terapéutica física (por ejemplo, ultrasonido) acelera la respuesta inflamatoria, estimula la formación de mastocito (grandes células del tejido conjuntivo que producen sustancia química inflamatoria) y acelera el proceso de reparación normal. La enfermedad inflamatoria crónica provocada por lesión por uso excesivo se puede autoperpetuar y requiere antiinflamatorios fuertes (por ejemplo, la inyección de esteroide) para resolverse.