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parque nacional del Teide

Es un espacio natural protegido español, situado en la isla de Tenerife, perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en la Comunidad Autónoma de Canarias. Fue declarado Parque nacional el 22 de enero de 1954. Es el más antiguo de los parques nacionales canarios. Los guanches, primitivos pobladores canarios, veneraban al Teide (denominado Echeide) donde moraba la malvada diosa Guayota, que provocaba las erupciones, y en Las Cañadas se proveían de la obsidiana que convertían en cuchillos o puntas de lanza. Actualmente, un teleférico facilita el acceso a este pico.
El Parque nacional del Teide se encuentra asentado sobre la gran caldera volcánica de Las Cañadas formada, en realidad, por dos semicalderas separadas entre sí por un conjunto rocoso denominado Los Roques de García. En el centro de la caldera se encuentran los dos últimos y más elevados picos levantados por las erupciones volcánicas: el Teide y el Pico Viejo. El primero, la cumbre más elevada de España con sus 3.718 m, da nombre y domina el Parque nacional. El Teide está formado por dos cráteres: el de La Rambleta, de 850 m de diámetro y 3.565 m de altitud; y el Pilón de Azúcar, de 80 m de diámetro y 3.718 m de altitud. En este último todavía quedan fumarolas y un intenso olor a azufre que muestran el estado latente del volcán. La última erupción tuvo lugar en 1798, en el Pico Viejo o Chahorra, con un cráter de 800 m de diámetro y 3.100 m de altitud. El parque está dominado por un espectacular paisaje volcánico donde, además de los picos citados, aparecen inmensas coladas de lava que forman un impresionante conjunto de colores y formas. Se pueden observar desde malpaíses, que son grandes extensiones abruptas de lavas por las que resulta difícil caminar, hasta grandes masas de piedra pómez.
La flora está perfectamente adaptada a las duras condiciones ambientales impuestas por la altitud de los terrenos y los materiales sobre los que debe asentarse, así como por la sequedad extrema; estas condiciones han favorecido la existencia de un gran número de endemismos. El cedro (Juniperus cedrus), el pino canario (Pinus canariensis) y el sauce canario (Salix canariensis) son los únicos árboles presentes en el parque. Entre las especies vegetales más características destacan las retamas del Teide (Spartocytisus supranubius), los codesos (Adenocarpus viscosus) y los tajinastes (Echium wildpretii y Echium auberianum), junto con el rosal del Teide o rosal del guanche (Bencomia exstipulata), el cardo de plata (Stemmacantha cynaroides), la hierba pajonera (Descurainia bourgeauana) y la violeta del Teide (Viola cheiranthyfolia), que vive por encima de los 2.200 m y es la única especie que sobrevive en las cumbres.
La fauna está representada por el lagarto tizón (Gallotia galloti), el perenquén (Tarentola delalandii) y la lisa (Chalcides viridanus), entre los reptiles; y el erizo moruno (Erinaceus algirus) y los murciélagos entre los mamíferos. Dentro de este grupo hay varias especies, como el conejo, el muflón y el ratón, que han sido introducidos por la especie humana. Entre las aves destacan el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el gavilán (Accipiter nisus), el ratonero común (Buteo buteo), el búho chico (Asio otus), el alcaudón real (Lanius excubitor), el pinzón azul del Teide (Fringilla teydea teydea) y el herrerillo común (Parus caeruleus). Sin embargo, los invertebrados constituyen, seguramente, la fauna más destacada del parque, con más de 400 especies de insectos y un gran número de endemismos.