Es un espacio natural protegido de Brasil que se localiza en el noroeste de la ciudad de Brasilia. El parque, que tiene una superficie total de 28.000 ha, fue creado con el fin de lograr los siguientes objetivos:
Preservación de la vegetación primaria de cerrado, característica del ecosistema sobre el que se asienta, desde 1960, la capital del país.
Protección de los manantiales que abastecen Brasilia, como el arroyo Bananal y el río Torto, donde se sitúa la represa de Santa Maria.
Preservación de la calidad del agua del lago Paranoá, creado artificialmente para suavizar el microclima seco de la meseta Brasileña.
El parque nacional de Brasilia también sirve como área de esparcimiento para la población brasiliense. En sus terrenos se puede encontrar asimismo un balneario de aguas minerales muy apreciadas por la población.