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Océano Pacífico

El mayor de los océanos del mundo en cuanto a extensión y profundidad; abarca más de un tercio de la superficie de la Tierra y contiene más de la mitad de su volumen de agua; se suele hacer, de forma artificial, una división a partir de la línea del ecuador (el Pacífico norte y el Pacífico sur); fue descubierto en 1513 por el español Vasco Núñez de Balboa, que lo llamó mar del Sur, tras atravesar el istmo panameño de Darién; el nombre actual fue otorgado por el navegante portugués Fernando de Magallanes en 1520, durante la primera vuelta al mundo realizada al servicio de la Corona española junto al español Juan Sebastián Elcano.
El océano Pacífico está limitado al este por la masa continental integrada por América del Norte, América Central y América del Sur; al norte por el estrecho de Bering; al oeste por Asia y Australia; y al sur por la Antártida. Al sureste queda dividido, de forma arbitraria, del océano Atlántico por el paso de Drake, a los 68° de longitud O. Al suroeste, la línea divisoria que lo separa del océano Índico aún no ha sido establecida de forma oficial. Además de los mares limítrofes que se prolongan por su irregular borde occidental, el Pacífico cuenta con un área de unos 165 millones de km2, es decir, más que toda la superficie continental. Tiene una longitud máxima de 15.500 km desde el estrecho de Bering hasta la Antártida, y una anchura máxima de unos 17.700 km desde Panamá hasta la península Malaya. Su profundidad media es de 4.282 m, aunque el punto máximo conocido está en la fosa de las Marianas, a la altura de Guam, con 11.034 m de profundidad.

Su formación geológica (y rasgos estructurales); el Pacífico es la cuenca oceánica más antigua; según las rocas fechadas, tiene unos 200 millones de años; los rasgos más importantes, tanto de la cuenca como del talud continental, han sido configurados de acuerdo a fenómenos asociados con la tectónica de placas. La plataforma costera, que se extiende hasta profundidades de 200 m, es bastante estrecha en toda Norteamérica y Sudamérica; sin embargo, es relativamente ancha en Asia y Australia. La dorsal del Pacífico oriental es una cordillera mesoceánica que se extiende, en sentido longitudinal, unos 8.700 km desde el golfo de California hasta un punto situado a unos 3.600 km al oeste del extremo meridional de América del Sur, y se eleva con una altura media de unos 2.130 m sobre el fondo oceánico. A lo largo de la dorsal del Pacífico oriental la lava rocosa asciende desde el manto terrestre y forma corteza sobre las placas a ambos lados de la dorsal; estas placas, que son enormes segmentos de la corteza terrestre, se ven forzadas a separarse, por lo que acaban colisionando con las placas continentales situadas a sus bordes externos. Ante esta tremenda presión, las placas continentales se pliegan formando cordilleras para después hundirse creando profundas fosas que constituyen zonas de subducción, en las que la corteza vuelve al manto del que procedía. La presión generada en las zonas de plegamiento y subducción es la causante de provocar terremotos y volcanes, y de dar al borde de la cuenca del Pacífico el nombre de cinturón de fuego.

Sus Islas; las islas más grandes de la región occidental forman arcos insulares volcánicos que se elevan desde la extensa plataforma continental, a lo largo del extremo oriental de la placa euroasiática; entre todas ellas, destacan las de Japón, Taiwan, Filipinas, Indonesia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda; las islas oceánicas, denominadas en conjunto Oceanía, son las cimas de las montañas que surgieron en la cuenca oceánica por extrusión de rocas magmáticas; el océano Pacífico contiene más de 30.000 islas de este tipo; su área total, sin embargo, alcanza sólo un 0,25% de la superficie total oceánica; las montañas sumergidas que todavía existen en la actualidad se denominan pitones submarinos. En muchas regiones, en especial en el Pacífico sur, los rasgos básicos de la topografía de la superficie marina lo constituyen las acumulaciones de arrecifes de coral. A lo largo del borde oriental del Pacífico, la plataforma continental es angosta y escarpada, con pocas islas. Los grupos más importantes los forman las islas Galápagos en la zona del ecuador, que se elevan sobre la placa de Nazca; las islas Aleutianas, en el norte, que son parte de la plataforma continental de América del Norte; y las islas Hawaii, que se elevan unos 5.550 m desde el fondo marino del Pacífico central hasta la superficie de las aguas oceánicas y desde donde continúan ascendiendo hasta alcanzar, en el pico Mauna Kea, los 4.205 m de altitud.

Sus corrientes oceánicas; las fuerzas motrices de las corrientes oceánicas son la rotación de la Tierra, la fricción del aire con la superficie del agua y las variaciones en la densidad del agua del mar debido a las diferencias de temperatura y salinidad; la interacción entre vientos y corrientes afecta de forma especial al clima y será objeto de estudio para las predicciones meteorológicas a largo plazo y para la navegación marítima. El modelo de corrientes del Pacífico norte consiste en un movimiento, o sistema circular de dos vórtices. En el hemisferio norte, el giro subártico se realiza en sentido contrario a las agujas del reloj, englobando el flujo subsidiario hacia el oeste de la corriente de Alaska y el flujo oriental de la corriente Subártica. No obstante, la masa de agua del Pacífico norte está dominada por una célula central norte que circula en el sentido de las agujas del reloj y comprende la corriente del Pacífico norte, que fluye hacia el Este, la corriente de California hacia el Sureste y la corriente de Kuro-Shivo, o corriente de Japón, que se desplaza hacia el Norte, hasta alcanzar las costas de Japón. La corriente de California es fría, extensa y de movimiento lento, mientras que la de Kuro-Shivo es cálida, estrecha, rápida, y parecida a la corriente del Golfo. Próxima al ecuador, a 5° de latitud N, el flujo hacia el este de la contracorriente ecuatorial separa los sistemas de corrientes del Pacífico norte y del Pacífico sur, aunque transporta la mayor parte de sus aguas a la corriente norecuatorial. El Pacífico sur queda dominado por el movimiento, en el sentido contrario al de las agujas del reloj, de la célula central sur, que comprende la corriente surecuatorial en su movimiento hacia el Este y Sur, la corriente del Pacífico sur hacia el Oeste y la corriente de Humboldt hacia el Norte, en dirección paralela a Sudamérica. En el extremo meridional está localizada la corriente Circumpolar Antártica, o deriva del viento del Oeste, la fuente más importante de circulación oceánica en profundidad que da la vuelta a la Tierra y reúne las aguas de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. De aquí nace la extensa y fría corriente de Perú, o de Humboldt, que gira hacia el Norte a lo largo de la costa de América del Sur y distribuye sus aguas a la corriente surecuatorial.

Su sistema de vientos; el importante sistema de vientos del océano Pacífico lo constituyen dos cinturones iguales de corrientes que se dirigen hacia el Oeste y que soplan de Oeste a Este entre los 30° y los 60° de latitud, uno en el hemisferio norte y otro en el sur; su dirección varía dependiendo de las estaciones; el intempestuoso e impredecible viento del Oeste del Pacífico norcentral, que ha dado origen a la corriente de El Niño, de efectos catastróficos, está siendo estudiada por su influencia en la climatología mundial. Los constantes vientos alisios se encuentran flanqueados por los vientos del Oeste y soplan desde el Este en el hemisferio norte, y desde el Oeste en el hemisferio sur. Las fuertes tormentas tropicales, denominadas tifones en el Pacífico occidental y huracanes en el Pacífico meridional y oriental, se originan en el cinturón de los alisios al final de la época estival y en los primeros meses del otoño. En el ecuador se localizan las zonas de calmas, que poseen vientos flojos aunque con actividad ciclónica temporal; en las altas latitudes del Pacífico los vientos tienen un escaso efecto sobre el clima y las corrientes oceánicas.

Sus recursos; la mayor parte de la fauna y flora del océano Pacífico se concentra a lo largo de sus márgenes; las aguas, ricas en nutrientes procedentes de la corriente Circumpolar Antártica, suben a la superficie en la corriente de Humboldt a lo largo de la costa de Chile y Perú, donde se encuentran bancos de boquerón o anchoveta de gran relevancia mundial como recurso alimenticio; las aves marinas se alimentan de estos bancos de boquerón, dando lugar a la concentración de gran cantidad de guano (excremento de estas aves) que es explotado industrialmente.
El Pacífico noroccidental, que comprende el mar del Japón (mar Oriental) y el mar de Ojotsk, constituye, por otro lado, una de las mayores reservas pesqueras del mundo. Los arrecifes de coral, ricos en fauna marina, alcanzan su mayor exponente en la Gran Barrera de Arrecifes, que se extiende a lo largo de unos 2.000 km por toda la costa nororiental de Australia. El atún es otro importante recurso del Pacífico que atrae a las flotas pesqueras de todo el mundo siguiendo las emigraciones de los bancos de peces.
También el Pacífico ha empezado a ser explotado por sus enormes recursos minerales; las plataformas continentales, a la altura de las costas de California, Alaska, China e Indonesia, son conocidas por poseer grandes reservas de petróleo; la exploración de las profundidades marinas ha revelado regiones del fondo oceánico cubiertas con nódulos de manganeso, concreciones de hierro y óxido de manganeso de un tamaño mediano que en ocasiones también contienen cobre, cobalto y níquel; la investigación actual está estudiando la viabilidad de explotación minera de estos depósitos (océanos y oceanografía).