Se aplica a cualquiera de las interrupciones traumáticas de la médulas espina, por lo habitual asociada a extensa afección musculoesquelética. La lesión más común de la médula espinal es la fractura y luxación vertebral, como las que sufren por lo habitual el individuo implicado en accidente de coche, aviación o en otros impactos violentos. Dichos traumatismos pueden provocar diversos grados de paraplejía y tetraplejía. La lesión de estructuras medulares por debajo de la primera vértebra dorsal puede provocar paraplejía. La lesión de la médula por encima de la primera vértebra dorsal puede provocar tetraplejía. Las lesiones que seccionen por completo la médula espinal provocan una pérdida permanente de las funciones motora y sensitiva que están activadas por neuronas situadas por debajo del nivel de las mencionadas lesiones. Las lesiones de la médula espinal provocan un estado de shock espinal, que se caracteriza por parálisis flácida y pérdida completa de la sensibilidad cutánea en el momento de la lesión. Las complicaciones musculoesqueléticas van asociadas a la afección neurológica de las lesiones de la médula espinal. El tratamiento de las lesiones de la médula espinal varía dentro de amplios márgenes y comprende diversos enfoques, tales como ejercicios ortopédicos, técnicas ambulatorias y tratamientos especiales físicos y psicológicos.