Es una de las diferentes enfermedades infecciosas agudas, se caracteriza por episodios febriles recurrentes y provocada por varias cepas de la espiroqueta Borrelia. La enfermedad se transmite tanto por piojos como por garrapatas, y aparece con frecuencia en guerras y en periodos de hambre. El primer episodio suele comenzar con una elevación brusca de la fiebre (40-40,5oC), acompañada de escalofríos, cefaleas, dolores neuromusculares y náuseas. Puede aparecer un exantema sobre el tronco y las extremidades, y la ictericia es frecuente durante los estadios finales. Cada episodio dura de 2 a 3 días y culmina con una crisis de fiebre elevada, sudación profusa y con la elevación de las frecuencias cardíaca y respiratoria. Se continúa con un descenso brusco de la temperatura y con la normalización de la presión arteria. Por lo habitual, las personas sufren una recidiva 7 a 10 días después de permanecer con una temperatura normal, aunque finalmente se recuperan por completo. En la enfermedad transmitida por piojos suele haber una sola recidiva; en la transmitida por garrapatas es posible que se registren varias recidivas de intensidad menor.