La técnica en la que células suspendidas en un líquido fluyen una a una a través de un foco de luz estimulante, que es dispersado en patrones característicos de cada célula y sus componentes; con frecuencia se marcan con marcadores fluorescentes, de manera que la luz es primero absorbida y después emitida a frecuencias alteradas. Un sensor que detecta la luz emitida o dispersada mide el tamaño y las características moleculares de cada célula individualmente. En oncología, es el método de laboratorio para determinar el número de células, el porcentaje de células vivas y ciertas características de las células (como el tamaño y la forma) en una muestra de sangre, médula ósea u otro tejido. También sirve para identificar marcadores tumorales, como antígenos, en la superficie celular. Las células se tiñen con un tinte sensible a la luz, se colocan en un líquido y luego se pasan una a una por un haz de luz. Las mediciones se basan en la manera en que las células teñidas responden a la luz. La citometría de flujo se usa en investigación básica y para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, como el cáncer.