Es una corriente artística fundamentada en la acción o actividad mutua de un agente (hombre-máquina) sobre o con otro (también hombre-máquina), que implica a ambos en un proceso de ida y vuelta; desde sus inicios, y a un nivel muy básico, ha constituido un medio de acercamiento entre el público y el artista.
Con la llegada de la Revolución Industrial, el final del siglo XIX y la irrupción de las vanguardias históricas, se incorpora la utilización de dispositivos y elementos tecnológicos a las diferentes artes. Dos ejemplos de esto los encontramos en el futurismo, donde tenemos un claro exponente del concepto de máquina como objeto preferente de representación, y en los constructivistas, con la utilización de métodos industriales que incluyen máquinas (Moholy-Nagy); así mismo, el acercamiento del arte a los métodos artesanales e industriales, propugnando el trabajo colectivo frente al individual, en el cual conviven arte y tecnología, será la filosofía de la Bauhaus; dentro del arte electrónico o arte interactivo se pueden diferenciar varias fases históricas de evolución en la investigación y prueba de nuevos lenguajes con un denominador común: la interactividad.
– La interactividad Mecánica-Eléctrica; Hace referencia a la utilización de ejes, ruedas, engranajes y muelles para la construcción de sistemas que se accionan mediante palancas. Claros exponentes los encontramos en los móviles de Alexander Calder y Joan Miró. A estos dispositivos mecánicos se les fueron añadiendo posteriormente motores e interruptores, como en los artefactos de Marcel Duchamp.
– La interactividad Electrónica; A mediados del siglo XX, el gran auge de los medios de comunicación de masas y un público acostumbrado a la utilización de este lenguaje, dan pie a la creación de objetos artísticos con sensores, sistemas de grabación y reproducción de audio y vídeo. Aparecen grupos de fusión entre arte y tecnología (ZERO) y publicaciones como Leonardo, de Frank Manila, dedicada a la relación entre arte y ciencia. La adopción de la imagen televisiva y su consiguiente manipulación provocará el nacimiento del videoarte, con la aparición de figuras como Bruce Nauman y el artista de origen coreano Nam Jume Paik.
– La interactividad Informática; Con la llegada de la computadora se introduce el concepto de búsqueda de una multisensorialidad en las representaciones: la llamada realidad virtual donde los sensores globales exceden sentidos como la vista y el tacto. Lo representado se manifiesta creando entornos ficticios que se pueden manipular e incluso cambiar. También aparece un nuevo concepto: la obra abierta. Según este término, descrito por el teórico italiano Umberto Eco, la obra de arte se presenta ante el espectador sólo parcialmente terminada de forma que cada individuo la complete y enriquezca con sus propias aportaciones. Con esto se sustituye el arte para todos, propio de las vanguardias, por el arte por todos, arte en red. Es el inicio del arte en CD-ROM, de la realidad virtual y los robots.
– La interactividad Global; Término que designa a la unión de diversos sistemas informáticos a través de las redes de comunicación. Fórmulas de navegación no lineal, hipertextual e hipermedia, donde varios individuos interactúan a la vez en tiempo real. Es un nuevo campo de acción en el que la comunicación en sí se convierte en valor estético. Roy Ascott pionero en la cibernética, la telemática y la interactividad en el arte, ha generado algunos de los más importantes proyectos en red. En estos nuevos conceptos y trabajos artísticos el museo objetual y la galería de arte como contenedor dan paso al museo virtual o puesto en Internet. El MIDE (Museo Internacional de Electrografía), creado en 1990 en Cuenca (España), comenzó con los primeros mecanismos electromecánicos y fotocopiadoras, para ir abarcando hasta nuestros días todas aquellas obras generadas con el uso de estas nuevas máquinas.