música disco
El género de música de baile tuvo una gran difusión comercial y ejerció una gran influencia desde finales de la década de 1970. Sus melodías, basadas en el soul, en la compulsiva línea del bajo y en los latidos rítmicos constantes, la convirtieron en un éxito popular inmediato.
Nació en el seno de las comunidades homosexual, latina y en los clubes urbanos de la subcultura afroamericana de Estados Unidos. Sus primeros éxitos fueron “Soul Makossa” (1973), de Manu Dibango’s, “Love’s Theme” (1973), de Barry White, “Rock the Boat” (1974), de Hues Corporation’s y “Rock Your Baby” (1974), de George McRae, que alcanzó el primer puesto de las listas de ventas en Gran Bretaña. El sencillo “The Hustle” (1975), de Van McCoy, tras vender más de diez millones de copias, situó a la música disco como un fenómeno mundial asociado al baile. El “Philly Sound” de los productores Kenny Gamble y Leon Huff (que incluía líneas vocales de soul sobre fuertes patrones rítmicos y un exuberante fondo orquestal) fue característico de la primera época de la música disco.
KC y la Sunrise Band, con los sencillos “Get Down Tonight”, “That’s the Way (I Like It)” y “(Shake, Shake, Shake) Shake your Booty”, fueron pioneros del Miami Sound, para el que utilizaban instrumentos de percusión latinos, mezclados con silbidos y exclamaciones. Entre 1975 y 1976, situaron tres temas en el número uno de las listas de éxitos de Estados Unidos, algo que no sucedía desde The Beatles. Dona Summer, con “Love to Love You, Baby” (1976, producido por Giorgio Moroder y Pete Bellote), fue pionera en la utilización de sintetizadores y abrió el camino para la música disco europea (más tarde popularizada por Abba). El éxito masivo de la película Fiebre del sábado noche (1977, de John Badham, con John Travolta como protagonista) alzó su banda sonora (que incluía nuevas canciones de The Bee Gees y clásicos como “Disco Inferno” de los Trammps) al número uno de las listas durante veinticuatro semanas y vendió más de treinta millones de copias. The Bee Gees igualaron otro récord de The Beatles en 1978 con tres sencillos simultáneos en los diez primeros puestos de las listas de Estados Unidos (“Stayin’ Alive”, “How Deep Is Your Love” y “Night Fever”).
La música disco pareció decaer a principios de la década de 1980, pero demostró su fortaleza en los ambientes gay con el éxito de Sylvester and Village People a finales de la década de 1970, que continuaron como hi-NRG a comienzos de los noventa. Los Lps de música disco, diseñados para locales de baile, se promovían a través de los disc-jockeys más que por actuaciones en directo, y a mediados de la década de 1970, los sencillos de doce pulgadas (que solían incluir las pulsaciones por minuto o beats per minute, bpm, impresas en el disco), fueron de gran ayuda para el trabajo de los Dj. La producción de distintas mezclas (añadiendo, por ejemplo, determinados patrones rítmicos a las canciones), también fue una novedad que enfatizó la importancia del trabajo de estudio más que las actuaciones individuales en directo. La deuda de la música house con respecto a la disco llevó a un renacimiento de esta última en la década de 1990, aunque antes había sido despreciada por los críticos de rock.