movimiento pasivo continuo
Dícese de la fisioterapia para el tratamiento de lesión articular, que consiste en la aplicación de una fuerza externa para que la articulación lesionada discurra durante cierto recorrido predeterminado de su amplitud de movimiento. Se dispone de aparatos especiales para ejercitar un movimiento pasivo continuo, si bien con una bicicleta se puede ejercitar la pierna sana generando la fuerza requerida. Se emplea a veces inmediatamente después de la intervención quirúrgica para aliviar el dolor y evitar la formación de contracturas y adherencias en o en torno a la articulación lesionada. También se emplea después de una sustitución articular.