Es un método para la evaluación de la excreción de sodio y cloro por las glándulas sudoríparas; con frecuencia ésta es la prueba que se realiza en primer lugar para el diagnóstico de la fibrosis quística. Se estimulan las glándulas sudoríparas con un fármaco, como la pilocarpina, y se analiza la transpiración producida; las glándulas ecrinas del paciente con fibrosis quística producen concentraciones de sodio y cloro de tres a seis veces superiores a lo normal.
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