La enfermedad neoplásica maligna del tejido de la mama; es la enfermedad maligna más común de EE.UU. La incidencia aumenta exponencialmente con la edad desde el nacimiento hasta la quinta década y alcanza un segundo pico a los 65 años. Entre los factores de riesgo se incluyen determinadas anomalías genéticas, una historia familiar de cáncer de mama, nuliparidad, exposición a radiación ionizante, menarquia precoz, menopausia tardía, obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedad quística crónica de la mama y, posiblemente, tratamiento estrogénico psomenopáusico. Entre los síntomas iniciales, detectados en la mayoría de los casos por autoexploración, se incluyen una pequeña masa indolora, engrosamiento o depresión de la piel o retracción del pezón. A medida que la lesión progresa puede haber una secreción por el pezón, dolor, ulceración y aumento de las glándulas axilares. El diagnóstico se establece tras un cuidadoso examen físico, mamografía y examen histopatológico de una muestra del tumor obtenida mediante biopsia.