Flora Iberica: Arbustillos o sufrútices. Tallos articulados. Ramillas de hasta 1,5 mm de grosor, de postradas a ascendentes, de color verde oscuro; las floríferas nacen de los renuevos verdes del año o de los entrenudos superiores de los tallos. Hojas opuestas, soldadas entre sí y con el tallo para formar un artejo. Inflorescencia paniculada. Brácteas foliosas, escuamiformes. Flores pentámeras, hermafroditas, bracteoladas, solitarias, en la axila de una bráctea. Perianto de 5 piezas, aladas en la madurez. Estambres 5, insertos sobre el disco hipógino o “disco estaminal”, sin apéndices o cortamente apendiculados; sin estaminodios. Ovario súpero; estigmas 4. Fruto bacciforme, subcarnoso. Semillas horizontales; perisperma nulo; embrión espiral.
Voz indígena del Sáhara, en geobotánica, nombre dado en el desierto del Sáhara a las mesetas, o extensiones amesetadas, rocosas, de superficie llana u ondulada, producto de la erosión eólica. Muestran de ordinario la pátina negruzca o rojiza de exudación litoquímica, propia de los desiertos. Y ofrecen en su modelado resquebrajaduras, barrancos o simples depresiones, en que se reconcentra la vegetación cuando la hay. A veces, la depresión es un accidente de microrrelieve, imperceptible a la vista como topografía pero acusada por una mancha de vegetación, lo que indica su relación con actividades hidrohipogénicas. Ejemplo, la estepa arbolada de Panicum tugidum y Acacia Raddiana en la hammada de Tindouf (Sáhara occidental) (HV.).