Flora Iberica: Plantas perennes, acaules o con tallos cortos. Ramas estoloníferas, que nacen de las axilas foliares. Hojas dispuestas en rosetas monocárpicas, crasas, simples, enteras, alternas, sésiles, planas en la parte adaxial, ciliadas en los márgenes, glabras, con pelos glandulíferos o con indumento aracnoideo, agudas o acuminadas, concoloras o con el ápice teñido de púrpura. Inflorescencia cimosa. Flores 8-20 meras –con igual número de pétalos, sépalos y carpelos y, generalmente, doble número de estambres–, numerosas, proterandras. Cáliz con los sépalos soldados en la base; segmentos lanceolados, pilosos. Pétalos libres, amarillentos, rosados o purpúreos, patentes, lanceolados, enteros, pilosos en los márgenes y en la cara abaxial. Estambres diplostémonos; filamentos glabros o pilosos; nectarios oblongos. Carpelos pilosos inmersos por su base en el receptáculo; estilos claramente diferenciados, recurvos. Fruto en polifolículo. Semillas piriformes, alveoladas.