Se aplica a la música vocal e música instrumental compuesta e interpretada en China. La melodía y el color tonal son rasgos sobresalientes de su música, en la que se pone un gran énfasis en la adecuada articulación e inflexión de cada tono musical. La mayor parte de la música china se basa en una escala de cinco tonos, o pentatónica, aunque también se utiliza la escala heptatónica (de siete notas) como una expansión de un núcleo pentatónico básico, mientras que la escala pentatónica ha sido muy utilizada en la música antigua. La música heptatónica suele encontrarse en el folclore del norte de la China.
Los instrumentos musicales chinos han sido clasificados tradicionalmente según los materiales utilizados en su construcción; éstos son el metal, la piedra, la seda, el bambú, la calabaza, la arcilla, el cuero y la madera. Entre los instrumentos más antiguos figuran las cítaras largas, las flautas, las flautas de Pan, el sheng u órgano de boca, y los instrumentos de percusión como los badajos, tambores y gongs. De origen posterior son los diferentes laúdes y violines que llegaron a China desde el Asia central.
Entre los distintos géneros de música china destaca una forma de drama musical al que suele denominarse ópera china. Antiguamente, estas óperas se basaban en viejos relatos de héroes y cuentos sobrenaturales. En la actualidad, las historias suelen tratar de héroes de la revolución comunista o de grandes sucesos históricos del pasado reciente. La primera forma plenamente desarrollada de ópera china, llamada drama norteño o beiqu, surgió durante la dinastía Yuan (1279-1368). En tiempos de la dinastía Ming (1368-1644) y la dinastía Qing (1644-1911), floreció y evolucionó el estilo del drama sureño también llamado xiwen. Una variedad de la ópera china conocida como ópera de Pekín, jingxi, es la más familiar a Occidente. Se desarrolló durante el siglo XIX como una síntesis de las formas provinciales primitivas.