Según este principio básico del entrenamiento, éste debe incluir sobrecarga y progresión para tener éxito; el cuerpo debe soportar una sobrecarga para que tenga que trabajar más de lo normal. A medida que el cuerpo se adapta a una sobrecarga concreta, hay que progresar a un nivel mayor de trabajo. Por ejemplo, para ganar fuerza, el músculo se debe someter a una carga por encima del punto de lo que es normal para él. Cuando el músculo adquiere más fuerza, hay que aumentar la carga para seguir estimulando y que continúe ganando fuerza. La carga se incrementa de forma gradual durante un período largo de entrenamiento. Si la carga es muy alta, existe riesgo de sobreentrenamiento y de sufrir lesión por uso excesivo.
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